Fue uno de los más destacados abogados del Derecho Social de nuestro país, sus aportes fueron decisivos en la sanción de la Ley Nacional de Contrato de Trabajo y su defensa incólume de los derechos de los obreros le valió la desaparición durante la última dictadura militar.
Nació en la localidad de Santo Tomé, provincia de Corrientes, el 17 de febrero de 1927. Estudió en la Universidad del Litoral donde obtuvo el título de escribano y, posteriormente, en la Universidad Nacional de La Plata se graduó como abogado el 28 de noviembre de 1956.
Su defensa del los derechos de los trabajadores y su
concepción política lo llevaron desde joven a la militancia peronista,
situación que le valió recibir su título de abogado estando en prisión por
orden de aquellos que usurparon el gobierno en 1955 y cuya única motivación fue
su opinión política.
Antes de graduarse como abogado, Norberto Centeno formó
parte de la Secretaría de Trabajo y Previsión cumpliendo funciones de Inspector
de Salubridad e Higiene. Su tarea allí lo llevó a vincularse con un gran número
de obreros y poder apreciar personalmente las indignas condiciones en que se
desempeñaban los trabajadores rurales de la zona del litoral argentino.
En 1957 abrió su estudio jurídico y tres años más tarde, durante
la presidencia de Arturo Frondizi en el
marco del Plan Conintes, fue nuevamente detenido bajo los motivos de siempre:
su defensa de los derechos de los trabajadores. Infausta situación que se repitió
en 1969.
Fue un verdadero académico apasionado por el derecho social,
contribuyó decididamente en la elaboración del proyecto de lo que más tarde
sería la Ley Nacional N° 20.744 de Contrato de Trabajo. Su aporte a la
legislación laboral también consistió en su participación en la comisión que
tuvo a cargo redactar la ley de asociaciones profesionales en 1973 y una
reforma al procedimiento laboral de la provincia de Buenos Aires en 1974.
En una de sus obras, Introducción
a la Ley de Contrato de Trabajo, afirmó: la máxima aspiración de los hombres y
los pueblos es la justicia social, que se erige como “garantía última de la
paz, que no existe cuando los hombres explotan a los hombres, y unos pueblos
explotan a otros pueblos”.
Tuvo una extensa carrera académica que registra un gran
número de publicaciones de la especialidad, fue profesor titular de “Derecho
del Trabajo y la Seguridad Social” en la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad Nacional de Mar del Plata y como profesor extraordinario de “Derecho
y la Seguridad Social” de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica,
también de la ciudad costera.
Como abogado, fue asesor de la Confederación General del
Trabajo (C.G.T.), la Unión Obrera Metalúrgica (U.O.M), Luz y Fuerza, los
sindicatos de petroleros, gastronómicos, camioneros, trabajadores de edificios,
entre muchos otros. Así también, durante el último gobierno peronista formó
parte del grupo de abogados asesores del Ministerio de Justicia de la Nación.
Publicó obras jurídicas, entres las que se destacan, “El
Procedimiento Laboral en la Provincia de Buenos Aires” en coautoría con Justo
López y Juan Carlos Fernández Madrid en 1974 y la Ley de Contrato de Trabajo
comentada que se editó en 1977.
Con la llegada de la última dictadura militar, la política
oficial de represión apuntó arteramente a la principal obra de Norberto
Centeno: la Ley de Contrato de Trabajo. Dicha norma se había sancionado con una
fuerte inclinación de protección de los derechos de los asalariados y fue por
eso que los asaltantes del orden constitucional no dudaron, a sólo un mes de
tomar el gobierno, el 29 de abril de 1976 le modificaron y cercenaron 125
artículos en detrimento de los principios consagrados en ese cuerpo legal.
Lo peor llegaría en la noche del 6 de julio de 1977 en la
ciudad de Mar del Plata cuando Norberto Centeno junto a su amigo, Ernesto
Tomaghelli, salieron de su estudio ubicado en la calle La Rioja 1400 rumbo a un
café ubicado a pocas cuadras, Luro y San Martín, momento en que escucharon
pasos a sus espaldas y un grito de “Alto, Ejército Argentino”.
Los golpearon y secuestraron en el hecho que pasó a las
páginas negras de la historia como “La Noche de las Corbatas”, durante la cual
varios abogados, principalmente laboralistas, fueron secuestrados en la ciudad
de Mar del Plata.
En total fueron once las personas secuestradas entre los
días 6 y 13 de julio de 1977. La lista incluye, además de Centeno, a los
letrados Salvador
Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz, Camilo Ricci, Carlos A. Bozzi y Tomás J.
Fresneda, José Verde y su esposa, María de las
Mercedes Argañaraz de Fresneda (embarazada de 4 meses), María Esther
Vázquez de García y Néstor
Enrique García Mantica. De todos ellos, solo José Verde junto a su esposa y los
abogados Ricci y Bozzi sobrevivieron a aquellos trágicos días.
Días más tarde fueron a buscar al socio de Centeno, el 13 de
julio, el abogado Jorge Candeloro que fue secuestrado junto con su esposa y
llevado a la ciudad de Mar del Plata.
Norberto Centeno, quién por entonces tenía 50 años, fue
llevado al centro clandestino de detención de la Base Aérea, lugar en que fue
salvajemente torturado al grito de “¡Denle al viejo!, ¡denle al viejo!".
Marta García de Candeloro, sobreviviente de dicho
cautiverio, relató en los Juicio por la Verdad que todos los abogados
secuestrados fueron sometidos a torturas y que pudo ver a Norberto Centeno en
traje prácticamente agonizando.
Los verdugos lo mataron durante una sesión de tortura y su
cuerpo fue arrojado en el camino a la ciudad de Miramar, donde fue encontrado
el día 11 de julio, tenía muestras de todo tipo golpes y el examen médico reveló
que la muerte databa del 9 de julio, dos días después de su secuestro.
Los históricos enemigos del pueblo trabajador pudieron con
su vida pero no con su ejemplo que vive en el espíritu de muchos abogados
laboralistas que, día tras día, ponen sus máximos esfuerzos en defensa que los trabajadores
vivan dignamente.
Norberto Centeno fue uno de los grandes del derecho de
nuestro país y sufrió en carne propia las interrupciones del régimen
constitucional por no cejar nunca en sus convicciones: la búsqueda de la
justicia social y la defensa irrestricta de los derechos de los trabajadores
argentinos.
Día del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado
A partir del 2004, en la
memoria de Norberto y sus colegas secuestrados en la trágica “Noche de las
Corbatas” y en otros crímenes, suma que en total asciende a 120 el número de profesionales
del derecho asesinados por la última dictadura militar, la Federación Argentina
de Colegios de Abogados (FACA) ha instaurado el 6 de julio como el Día Nacional
del Abogado víctima del terrorismo de Estado.
FUENTES:
- Biografía publicada por la página oficial del Ministerio de Trabajo de la Nación
- Página web “Proyecto Desaparecidos”
- Diario Página 12
- Biografía publicada por la página oficial del Ministerio de Trabajo de la Nación
- Página web “Proyecto Desaparecidos”
- Diario Página 12
José Ignacio López.
Interesante nota. Sinceramente no conocia al autor de tan importante Ley. Saludos. Eduardo
ResponderEliminarMuchas Gracias por tus palabras! Nos alientan en este cometido que hemos encarado de difundir el derecho y los autores, que consideramos le han hecho un bien a la patria, de una forma llana, simple y coloquial.
ResponderEliminarUn abrazo y esperamos que nos sigas visitando.
amigo mi nombre es juan y soy delegado gremial,quisiera saber si es posible reproducir su nota en nuestra pagina web,el nombre de la misma es trabajador de cuyoplacas y esta nota es perfecta para que mis compañeros sepan y conozcan a este gran argentino.desde mza lo felicito y saludo
ResponderEliminarEstimado Juan:
ResponderEliminarMe produce un gran honor que quiera reproducir el artículo y, más aún, cuando es para compañeros trabajadores y militantes. Así que dele para adelante nomás.
Cualquier asunto, mi mail es joseignaciolopez8@gmail.com
Saludos y gracias por visitar el blog.
José Ignacio López.
Jose, hoy subí a nuestro blog tu articulo. Un abrazo, Eduardo Canon.
ResponderEliminarEstimado Eduardo, muchas gracias. He visto la publicación y me alegra que les haya gustado y me llena de orgullo que sirva en un espacio de militantes por la causa de los trabajadores.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Reproducir la historia y recordarla como sucedió forma parte de la batalla cultural que debemos seguir librando en todos los frentes. ¡Muy bueno Nacho!
ResponderEliminaradmiro al dr Norberto Centeno desde siempre!!! Jose Ignacio te felicito!!!
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